viernes, 14 de diciembre de 2007
martes, 11 de diciembre de 2007
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Un desafío artístico y técnico.
Como fotógrafo especializado en teatro trabajar con Omar Pacheco me planteo desafíos artísticos y técnicos singulares. El teatro de Omar Pacheco es un fluir de imágenes poderosas, perturbadoras, bellas, a veces crueles que apuntan directamente a una compresión profunda que no pasa por la racionalización ni el intelecto sino directamente a la oculta y vital fuente del inconsciente. Atrapar de manera eficaz esos efímeros instantes excluía cualquier intento de manipulación ya sea de pose o de iluminación, pues desvirtuaría y destruiría la estética de la obra. Me vincule desde muy temprano en los ensayos asistiendo con regularidad a los mismos y entrando así en el “tempo” particular de cada escena. Luego ya con los vestuarios y escenificaciones definitivas ese entrenamiento previo me permitió “adelantarme” y de alguna manera sincronizarme a la imagen. Luego la sorpresa, lo maravilloso de toda creación que esta, sin nuestra voluntad conciente, se independiza y trae sus propias formas, sus propias reglas. Con Omar Pacheco se revelo en mis fotos una vertiente netamente pictórica, estos claroscuros me recuerdan un Rembrant, esta imagen movida a un Bacon, aquellas formas armoniosas a un Murillo, estas sombras dramáticas a un Goya de la serie negra y si así es, bienvenido sea y también escribiendo estas líneas comprendo que no podría ser de otra manera, el teatro de Omar Pacheco es tan profundamente vital y universal que todo nos remite a todo.
Antonio Fernández